Alcance: Una entidad puede
desarrollar tres tipos de actividades:
(a) Transacciones en monedas extranjeras
(b) Operaciones en el extranjero
(c) Presentar sus estados financieros en una moneda extranjera
Determina la conversión de los estados financieros a la moneda
de presentación.
La contabilización de los Instrumentos financieros, denominados
en una moneda extranjera, y la de coberturas de partidas, en moneda extranjera,
se analizan en Instrumentos financieros básicos y Otros temas Relacionados con
los Instrumentos Financieros.
Moneda
funcional:
Cada entidad debe identificar su moneda funcional. La moneda
funcional de la entidad es la moneda del entorno económico primario, en el cual
opera la entidad. El entorno económico es aquel en el cual la entidad genera y
gasta efectivo. Sin embargo, existen algunos indicadores necesarios para determinar
su moneda funcional:
a) la moneda que principalmente influye en los precios de venta
de los bienes y servicios (su denominación y liquidación)
b) la moneda del país cuyas fuerzas competitivas y regulatorias
determinan principalmente los precios de venta de sus bienes y servicios
c) la moneda en la que se generan los fondos provenientes de
las actividades de financiación (emisión de deuda y de instrumentos de
patrimonio)
d) moneda en la que, usualmente, se conservan los valores
cobrados por las actividades de operación.
Reconocimiento
inicial:
En el momento del reconocimiento inicial de una transacción en
moneda extranjera, la entidad la registrará aplicando, al monto de la moneda
funcional, la tasa de cambio a la fecha de la transacción.
Reconocimiento
al final del periodo sobre el que se informa:
Al final de cada periodo sobre el que se informa, se requiere
que:
a) Las partidas monetarias se conviertan en moneda extranjera
utilizando la tasa de cambio de cierre.
b) Las partidas no monetarias, reconocidas al costo histórico,
seguirán siendo medidas utilizando la tasa de cambio a la fecha de la
transacción.
c) Las partidas no monetarias, reconocidas al valor razonable,
se miden utilizando la tasa de cambio a la fecha en que se determinó el valor
razonable.
Las diferencias de cambio, presentadas en la liquidación de
partidas monetarias o en la conversión de partidas monetarias a tasas
diferentes de las usadas en el reconocimiento inicial, se contabilizan en
utilidad o pérdida (excepto la parte de la inversión neta que la entidad tiene
en una operación en el extranjero).
Efectos
de las variaciones en los tipos de cambio de la moneda extranjera:
a) Partidas
monetarias: son el efectivo, así como los activos y
pasivos que se vayan a recibir o pagar con una cantidad determinada o
determinable de unidades monetarias. Se incluyen, entre otros, los préstamos y
otras partidas por cobrar, los débitos y otras partidas para pagar y las
inversiones en valores representativos de deuda que cumplan los requisitos anteriores
y
b) Partidas no
monetarias: son los activos y pasivos que no se consideren partidas
monetarias, es decir, que se vayan a recibir o pagar con una cantidad no
determinada ni determinable de unidades monetarias. Se incluyen, entre otros, los
inmovilizados materiales, inversiones inmobiliarias, inmovilizados intangibles,
las existencias, las inversiones en el patrimonio de otras empresas que cumplan
los requisitos anteriores, así como los anticipos a cuenta de compras o ventas.
Inversión
neta en un negocio en el extranjero:
En los estados financieros consolidados que contengan un
negocio en el extranjero (en este caso, el negocio es una subsidiaria), las
diferencias de cambio -presentadas en una partida monetaria que haga parte de
la inversión neta de un negocio, en el extranjero de la entidad que informa –se
reconocerán, “inicialmente en otro resultado integral y se presentarán como un
componente del patrimonio. No se volverán a reconocer otra vez en resultados en
el momento de la disposición de la inversión neta”.
Si es apropiado, en este caso, las diferencias de cambio
-presentadas en una partida monetaria que haga parte de la inversión neta, en
un negocio en el extranjero de la entidad que informa –se reconocerán en los
estados financieros de la entidad, o en los estados financieros individuales
del negocio en el exterior.
Cambio
de moneda funcional:
Cuando se produzca un cambio en la moneda funcional de una
entidad, el efecto se reconoce prospectivamente a partir de la fecha de cambio.
Utilización
de una moneda de presentación distinta de la moneda funcional. Conversión a la
moneda de presentación:
Una entidad no tiene prohibido presentar sus estados
financieros en cualquier moneda. Cuando la moneda de presentación es diferente
de la moneda funcional de la entidad, ésta deberá convertir todas las partidas
de situación financiera y de ingresos y egresos a la moneda de presentación seleccionada.
“Una entidad, cuya moneda funcional no se corresponda con la
moneda de una economía hiperinflacionaria, convertirá sus resultados y
situación financiera a una moneda de presentación diferente, utilizando los
siguientes procedimientos:
a) los activos y pasivos de cada estado de situación financiera
presentado (es decir, incluyendo las cifras comparativas), se convertirán a la
tasa de cambio de cierre en la fecha de ese estado de situación financiera
b) los ingresos y gastos, para cada estado del resultado
integral (es decir, incluyendo las cifras comparativas), se convertirán a las
tasas de cambio en la fecha de la transacción
c) todas las diferencias de cambio resultantes se reconocerán
en otro resultado integral”.
Conversión
de un negocio en el extranjero a la moneda de presentación del inversor:
La plusvalía originada en la adquisición de una operación en el exterior
y los ajustes al valor razonable en dicha adquisición, serán reconocidos como
activos y pasivos de la operación en el exterior y se convierten a la tasa de
cierre.
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