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22 de abril de 2012

¿Quiénes ganan y quienes pierden en el Valle del Cauca con la puesta en marcha del TLC?

La gran industria tradicional resultará más favorecida. Los avicultores serían los más afectados. A buscar alianzas.


Publicación del Diario el País el Domingo, Abril 22, 2012
Temas: Economia TLC


El Tratado de Libre Comercio, TLC, con Estados Unidos, que empezará a regir el próximo 15 de mayo, genera muchas esperanzas entre las industrias tradicionales y algún temor en algunos empresarios del sector agropecuario.
Los pequeños industriales sostienen que “con el TLC el Valle del Cauca es un ganador”, aunque reconocen que deben volverse más competitivos, hacer alianzas y fortalecer cadenas productivas para poder competir en el exigente mercado norteamericano.
Los académicos, a su vez, advierten que el TLC “no es la solución a los problemas, es una herramienta para solucionar problemas”. Como dijo un analista hace un tiempo, “exportar a Estados Unidos era como hacerlo por una carretera despavimentada, y ahora nos pusieron una autopista de seis carriles”. El que la use es el que se beneficia.
José Roberto Concha, jefe del Departamento de Mercadeo y Negocios Internacionales de la Universidad Icesi, sostiene que lo que hay que hacer ahora es concientizar a la industria colombiana (grandes, medianas, pequeñas y nacientes) de que tienen que entrar a estos mercados, que hay un proceso de apertura, que hay que ser competitivos, que se tienen que organizar, buscar alianzas estratégicas con nacionales o extranjeros para aprovechar el TLC.

El otro desafío es identificar mercados concretos dentro de Estados Unidos. “La gente debe entender que el mercado norteamericano no es sólo Miami; en la costa Oeste está California, que es el estado más rico de la Unión, y tenemos que mirar allá porque estamos muy cerca de la costa Este, pero lejos de la Oeste”, dijo Concha.
En California tienen gran posibilidad todos los productos colombianos, hay mucha población latina dominada por los mexicanos y es una población mucho más similar a nosotros. Los productos latinos como frutas, hortalizas, dulces, confites, joyería y bisutería tendrían una gran acogida allá, estima el experto.
Aconsejó, además, que “un productor colombiano debe ir primero con sus negocios a los estados ricos y que tienen una gran población latina, como California, Florida, Nueva york y Texas”.
Los perjudicados
Tal vez el sector más perjudicado con el TLC con Estados Unidos es el avícola. Este año entrarán 26.000 toneladas de pollo a Colombia desde el país del Norte, pero de aquí hacia allá no se exportará nada.
El temor de Ana María Soto, directora regional de Fenavi (Federación Nacional de Avicultores), es que la entrada de ese producto pueda distorsionar el precio del pollo en Colombia y termine afectando al productor nacional. Pero, además, el gremio teme que con el producto foráneo puedan entrar al país enfermedades, ya que en Estados Unidos hay zonas aviarias de alto impacto patógeno.

Por esa razón, Fenavi pidió al Gobierno fortalecer organismos como el ICA e Invima para que ejerzan vigilancia sanitaria y control efectivo en los puertos sobre la calidad y cantidad de producto que entra para que los volúmenes se ajusten a las cuotas pactadas.
José Roberto Concha, de la Icesi, dijo que en este sector hay un proceso de grabación a 18 años y lo que se abre es un contingente o una cuota de importación. Esa cuota va a ser manejada por industriales norteamericanos y colombianos, y tiene que ser bien administrada para que ese producto entre y no distorsione el mercado. Y para que los beneficios de esa operación vayan a mejorar la eficiencia de la industria avícola en el Valle.
El TLC también afectaría el sector ganadero aunque éste no es muy fuerte en la región. Según José Felix Lafaurie, presidente de Fedegán, hay una buena oferta disponible para exportar, “pero no tenemos admisibilidad y cuando uno pregunta a las autoridades por los protocolos para llevar un kilo de carne hablan de seis años, es un plazo muy lejano”.
Felipe Carvajal, presidente de la Sociedad de Agricultores en el Valle, dijo que es complicado el caso del maíz por los costos y volúmenes de exportación de Estados Unidos, aunque en el Valle no se siembre un gran volumen. A este producto se le va a ir bajando el arancel de importación, lo mismo que al arroz, lo que complica la competencia.
“En términos generales, el agro corre mucho riesgo con el TLC”, dijo Carvajal.


Los beneficiados
Los más beneficiados con el TLC son los sectores exportadores tradicionales, sostuvo el presidente regional de la Andi, Rodrigo Velasco Lloreda.
“Son negocios que funcionan, tienen tecnología de punta y mejoran cada año su aparato productivo y tecnología” para ajustarse a las necesidades del mercado.
Sin embargo, prefirió no profundizar qué sectores en concreto serían los más favorecidos y cuáles los más perjudicados. “La conclusión que tiene la Andi es que no podemos hacer alusión a sectores o a actividades económicas porque no es conveniente hacerlo, ya que finalmente quien maneja el negocio es el propietario”, indicó.
José Roberto Concha, jefe del Departamento de Mercadeo y Negocios Internacional de la Universidad Icesi, está de acuerdo que el tratado beneficia más a los fabricantes de productos industriales “porque es lo que se negocia en los TLC”.
Sostuvo que la agroindustria del Valle se beneficiará rápidamente, sobre todo la de la confitería, dulcería, frutas y hortalizas industrializadas.
De igual manera, la industria de químicos orgánicos que tiene el Valle del Cauca, la de productos de aseo, la de herramientas y utensilios metálicos y también la industria farmacéutica que es fuerte en la región.
Otra industria con grandes perspectivas es la de joyería y bisutería, que tiene mucha demanda en Norteamérica.
De otro lado, en la agroindustria azucarera, la más fuerte del Valle, “no hay mucho beneficio en exportaciones-según Concha-, porque sólo nos aprobaron una cuota de 50.000 toneladas adicionales, que para la producción del Valle es ínfima”.
Fernando Echeverry, presidente de Acopi (Asociación de Pequeños y Medianos Industriales), sostiene que “el Valle del Cauca es ganador con el TLC, tiene sectores y cadenas productivas donde los pequeños industriales podemos aplicar y aportar nuestro grano de arena”.
Precisó que, de forma independiente, a ninguna Pyme o Mipyme le queda fácil exportar directamente a Estados Unidos y son pocas las que lo hacen. Pero en la medida que la gran industria exporte y se expanda, se beneficiarán también los pequeños y medianos industriales que son sus grandes proveedores y con quienes conforman una cadena industrial.
Las cadenas más beneficiadas podrían ser la de los sectores de alimentos, confecciones y servicios (consultorías y asesorías), indicó Echeverry.
“Lo que podemos asegurar es que esas cadenas se pueden hacer más eficientes y competitivas, pero a las Pymes les falta mucho apoyo del sector público y privado en los aspectos tributarios, bancario, financiero y documentales”, precisó el presidente de Acopi.
Felipe Carvajal, presidente de la Sociedad de Agricultores del Valle, sostuvo que “las frutas en principio deben ser ganadoras”. El problema con ellas es que les ponen barreras no arancelarias, como las fitosanitarias, que puede limitar su exportación.
Las barreras
Nuestra limitada capacidad competitiva por infraestructura, costes de producción, fiscales, financieros y las exigencias fitosanitarias y de calidad que hace Estados Unidos, son las principales barreras a las exportaciones para sacarle provecho al TLC.
José Roberto Concha, experto de la Icesi, dijo que debemos mejorar mucho la eficiencia del puerto de Buenaventura y la infraestructura vial del Valle a hacia el mismo. Estamos en una posición envidiable comparado con Bogotá y Medellín, porque somos el centro urbano de Colombia más cercano a un puerto. Tenemos esa gran ventaja, pero la poca distancia física es geográfica, no real. “Estamos a 120 kilómetros de la bahía, pero en realidad estamos muy lejos porque la carretera es un desastre. Se debe mejorar la eficiencia del Puerto y del dragado”, anotó Concha.
Otra barrera es que nuestros productos comestibles no siempre tienen los certificados fitosanitarios y de salud que exige Estados Unidos. Por eso, Fernando Carvajal, de la SAC, sostiene que el Invima y el ICA tienen que fortalecerse, volverse más ágiles. Y los productores concientizarse de que van a enviar productos a un mercado que consume muchísimo, pero que es un mercado más desarrollado que el nuestro y más sofisticado. En consecuencia, los productos tienen que ir mucho mejor presentados y con muchas más normas técnicas y de calidad.
Otra barrera, según Fernando Echeverry, de Acopi, es el poco estímulo del Gobierno a la producción, la ‘tramitomanía’ para exportar, los altos impuestos y el alto costo del dinero para obtener créditos de financiamiento.
26 mil toneladas de pollo ingresarán este año a Colombia desde Estados Unidos, según una cuota negociada en el TLC. De aquí para allá no hay exportación en ese rubro por ahora.


Dato clave


Costos del agro


Rodrigo Velasco, presidente de la Andi, comentó que el sector agropecuario se afecta mucho porque somos un país que está situado en la zona tórrida, donde hay mucha afectación por plagas y malezas y el riego es muy costoso.
Siempre se está regando en verano y sacando agua en invierno, los motores están siempre prendidos y se gasta mucha energía o diesel.
Aquí nos toca invertir entre 50 y 80 dólares por tonelada para combatir esas plagas o hacer riego, cosa que no ocurre en Estados Unidos.

Dato clave:


El Gobierno emitió los decretos que contemplan una desgravación periódica de productos de exportación a cinco y diez años para que compitan.

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